¿Qué es la ansiedad?
- Vanesa Aiello Rocha
- 4 nov
- 3 Min. de lectura

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes: prepara al organismo para actuar (lucha, huida o inmovilidad). Es útil en momentos puntuales porque aumenta la atención y la energía. Se convierte en problema cuando es excesiva, persistente o limita la vida diaria.
Definición: estado emocional caracterizado por preocupación, tensión y activación fisiológica (palpitaciones, sudor, respiración rápida, tensión muscular).
Tipos comunes: ansiedad situacional (antes de un examen), trastornos de ansiedad (trastorno de ansiedad generalizada, fobias, trastorno de pánico, trastorno de ansiedad social, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés postraumático).
Síntomas frecuentes:
Físicos: taquicardia, sudoración, temblores, mareo, molestias gastrointestinales, dificultad para respirar.
Emocionales/cognitivos: preocupaciones persistentes, miedo intenso, irritabilidad, dificultad para concentrarse.
Conductuales: evitación de situaciones, búsqueda de seguridad, cambios en hábitos de sueño o alimentación.
El circuito de la ansiedad: la ansiedad involucra una red cerebral que procesa la amenaza y regula la respuesta emocional y fisiológica. Componentes clave:
Amígdala: detecta amenazas y activa la respuesta de alarma (dispara miedo y reacción inmediata).
Corteza prefrontal (CPF): evalúa riesgos, regula emociones y puede modular la actividad de la amígdala (control racional y planificación).
Hipocampo: codifica contextos y recuerdos; aporta información sobre si una situación es realmente peligrosa.
Tálamo: retransmite información sensorial hacia la amígdala y la CPF.
Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal (HHA): sistema hormonal que libera cortisol y otras hormonas de estrés, manteniendo la activación fisiológica. Interacción típica: información sensorial → tálamo → amígdala (respuesta rápida) y corteza prefrontal/hipocampo (evaluación más lenta).
Si la CPF regula bien, la alarma se atenúa; si no, la amígdala puede mantener la respuesta de ansiedad.
Cuándo consultar al médico:
§ Consulta a un médico si:
Experimentas síntomas físicos intensos (dolor torácico, dificultad respiratoria severa, síncope) o síntomas nuevos y preocupantes que pueden tener causa médica.
Los síntomas afectan funciones biológicas (sueño, apetito), provocan pérdida de peso o problemas fisiológicos persistentes.
Sospechas que la ansiedad puede estar relacionada con una condición médica (hipertiroidismo, arritmias, efectos secundarios de medicamentos o consumo de sustancias).
Crees que podrías beneficiarte de medicación (por ejemplo, si la ansiedad es severa, debilitante o no mejora con terapia sola). El médico puede evaluar, descartar causas médicas y, si procede, derivar al psiquiatra.
§ Consulta a un psicólogo cuando:
La ansiedad limita actividades cotidianas, relaciones, trabajo o estudio, pero no hay una emergencia médica.
Hay patrones de pensamiento y comportamiento que perpetúan la ansiedad (evitación, rumiación, pensamientos catastróficos).
Buscas terapia basada en evidencia (por ejemplo, terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición, terapia basada en aceptación y compromiso).
Prefieres intervención no farmacológica o combinada (psicoterapia + medicación si indica el psiquiatra).
Quieres aprender herramientas prácticas para manejar síntomas: técnicas de relajación, reestructuración cognitiva, exposición gradual, entrenamiento en habilidades sociales.
§ No consultar (o cuándo esperar y autoayuda):
Momentos breves y esperables de ansiedad situacional: nervios antes de una presentación o evento puntual que se resuelve en horas o días sin afectar la vida diaria.
Si la ansiedad es leve y manejable con estrategias de autocuidado: ejercicio regular, sueño adecuado, higiene del sueño, reducción de cafeína y alcohol, técnicas de respiración, mindfulness y apoyo social.
Si prefieres comenzar con recursos de autoayuda (libros basados en terapia cognitivo-conductual, apps de manejo de ansiedad, grupos de apoyo).
Importante: “no consultar” solo aplica si los síntomas son leves, temporales y hay mejora con medidas propias; si hay duda, es preferible pedir orientación profesional.
‼️🚨Señales de alarma — Consulta Urgente:
Ideación suicida o autolesiones.
Incapacidad para cuidar de uno mismo o realizar actividades básicas.
Crisis de pánico recurrentes que interfieren gravemente con la vida.
Sintomatología que empeora rápidamente o no responde al tratamiento inicial.
Conclusión: la ansiedad es una reacción normal que puede convertirse en trastorno cuando es intensa, persistente o discapacitante. El manejo puede incluir autocuidado, psicoterapia y/o medicación según la gravedad.




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